Durante el largo camino de toda mujer existen diferentes cambios físicos, psicológicos y hormonales que están vinculados a la etapa de vida de las mismas. Es así como una de estas etapas viene a ser una de las más importantes para la mayoría de toda fémina, el embarazo.
La etapa de gestación o embarazo abarca 9 meses o 40 semanas desde la implantación del huevo fecundado hasta el momento del parto, durante este proceso se da el desarrollo del feto o bebé dentro del útero o matriz. El embarazo es producto de la relación sexual vaginal, en donde al ingresar el pene dentro de la vagina se produce la eyaculación; el semen expulsado contiene a los espermatozoides, quienes van a ir en busca del óvulo que ha sido expulsado del ovario (ovulación), este óvulo va a viajar por la trompa de Falopio en donde un solo espermatozoide (en algunos casos 2) se va a unir a él dando lugar a la FECUNDACIÓN y posteriormente la ANIDACIÓN dentro de la matriz o útero. Posteriormente se desarrolla la placenta que es el órgano que va a comunicar a la madre y al bebé, a través del cordón umbilical, y es quién va a brindar el oxígeno y los nutrientes necesarios para el desarrollo y crecimiento del nuevo ser.
DATO IMPORTANTE:
El semen expulsado aproximadamente es de 3 a 5 mililitros y en cada mililitro se alberga 100 millones de espermatozoides, es decir en una eyaculación hay aproximadamente 300 a 500 millones de espermatozoides, de los cuales el más veloz y fuerte será el que llegue al óvulo de la mujer. Casi una carrera maratónica, por eso cada uno que está leyendo este pequeño artículo dejó atrás a millones.
Otro dato importante: la placenta libera a partir del 10mo día de la concepción la hormona gonadotrofina coriónica (HCG) también conocida como la hormona del embarazo, siendo encontrada en sangre a partir de ese día. Entonces ahora es de nuestro conocimiento que a partir de la segunda semana de haberse realizado el acto sexual, se puede diagnosticar el embarazo con una prueba en sangre.
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